De nuevo, los activistas antizoológico han vuelto a repetir una de sus más viejas estratagemas para conseguir notoriedad, atención mediática y, seguramente, donaciones. Esta vez y, como siempre, sin ningún fundamento, One Voice ha publicado un vídeo sobre Ula, grabado en mayo en nuestras instalaciones.
Nos sorprende que sean capaces de hacer ciertas afirmaciones basándose simplemente en fotografías o imágenes aisladas en vídeo y, de hecho, antes de dar respuesta a su publicación, queremos dejar claro que Ula se encuentra en perfecto estado de salud, tal y como acredita el servicio veterinario de Loro Parque basándose en información diagnóstica, así como veterinarios independientes con varias décadas de experiencia cuidando de orcas y delfines.
Entrando en el contenido del vídeo, Once Voice explica que sus “investigadores” vinieron a Loro Parque a buscar a Morgan y a Ula. Y nosotros nos preguntamos: ¿quiénes eran, exactamente, esos “investigadores”? ¿Veterinarios? ¿Biólogos, quizás? ¿O eran simplemente turistas equipados con una cámara de fotos?
Hablan, además, de que Ula está aislada. Esto no es verdad. El equipo veterinario decidió mantenerla temporalmente en la piscina médica porque estaba atravesando un proceso patológico y era necesario realizar varias ecografías al día para asegurar su salud. Una vez superado, se reunió con su madre, Morgan, y con el resto de orcas y ya está junto al grupo.
Algo que nos sorprende enormemente es su atrevimiento para hacer una afirmación sobre el peso de Ula… sin pesarla. En Loro Parque, Ula se pesa regularmente y, aunque debido a su proceso intestinal tuvo que estar a dieta varias semanas, su peso actual es adecuado para su edad y está siendo controlado al detalle por los veterinarios.
Además, algo que también mencionan es el aspecto de la cabeza de Ula, que describen como “peanut head” (cabeza de cacahuete). Sin embargo, incurren con esto en otro error, pues basta con compararla con otras orcas que lo han presentado en la naturaleza para saber que este no es el caso de Ula.
Pueden verlo ustedes mismos en estas imágenes, la primera de una orca con “peanut head” en la naturaleza y la segunda de Ula, claramente diferente:
Es cierto que la más pequeña de la familia de Orca Ocean estuvo enferma, pero tras el gran esfuerzo, la dedicación y el amor que han puesto los cuidadores y entrenadores y, sobre todo, el equipo de veterinarios, para cuidarla 24 horas al día durante varias semanas, hoy Ula está bien, jugando con el resto de orcas, y ya no hay rastro de la enfermedad intestinal que sufrió hace ya algún tiempo.
Por último, en referencia a las presentaciones, Ula participa en ellas de manera voluntaria, y su energía y su actitud son muestra de su buen estado de salud. Su participación en ellas, además de permitirle ejercitarse y mantener un buen estado físico, contribuye a reforzar su vínculo en el grupo de orcas y sentirse, entre el resto, como una más.
Lo único cierto en este nuevo “ataque” es que estos supuestos amantes de las orcas, que parecen tan preocupados por Morgan y por Ula, en ningún momento se han dirigido a Loro Parque para preguntar, simplemente, cómo se encuentran.