Loro Parque no es una exposición de animales, en un centro de protección de la biodiversidad en donde, cada una de las especies que habitan en él, son un elemento clave para preservar su supervivencia en el mundo natural.
La labor educativa de los parques zoológicos con base científica es una de las bases de la acción para la protección de las especies. Desde el conocimiento directo de los animales que viven en Loro Parque, la ciudadanía se acerca a la vida real, y desarrolla empatía e interés por seres que, de otra manera, solo serían datos y sucesos de otros lugares del mundo.
Cada año, miles de familias acuden al parque y reciben la información más amplia acerca de las necesidades del mundo animal y los ecosistemas en los que las especies habitan.
Esta labor educativa es mucho más intensiva en los colegios de Canarias: más de 300.000 alumnos y alumnas han acudido al parque para realizar las labores que el equipo educativo desarrolla para ellos, cada año. Unas jornadas en las que conocen las especies, su situación real en la naturaleza, los proyectos que se están desarrollando y todos los detalles que, adaptados a su nivel educativo se impartes,
A su salida del parque demuestran que su inquietud por la supervivencia de las especies ha crecido. Ese es un paso imprescindible para que las nuevas generaciones sean conscientes y activos en el cuidado del planeta.