Con inmensa tristeza compartimos la noticia del fallecimiento de Keto, nuestra querida orca macho de 29 años. Keto nació el 17 de junio de 1995 en SeaWorld Orlando y llegó a formar parte de la familia de Loro Parque, donde durante años fue un embajador excepcional de su especie, cautivando a todos con su imponente presencia y su personalidad única.
No hay palabras suficientes para expresar la profundidad de esta pérdida para el equipo de Loro Parque, y especialmente para los cuidadores y entrenadores que compartieron su día a día con él. La relación que se crea entre los animales y quienes los cuidan va más allá de lo profesional, convirtiéndose en un vínculo profundo de amor y respeto mutuo.
Keto comenzó a mostrar signos de malestar recientemente, lo que activó de inmediato la respuesta de nuestro equipo veterinario y especialistas internacionales. A pesar de los intensos esfuerzos y de haber agotado todos los recursos disponibles, no fue posible evitar este triste desenlace.
Las orcas, especialmente los ejemplares de gran tamaño como Keto, presentan un desafío único desde el punto de vista del diagnóstico veterinario. Su anatomía dificulta el uso de herramientas como los ultrasonidos, que no logran alcanzar sus órganos internos, y su tamaño impide realizar estudios mediante tecnologías como el TAC. Además, los cetáceos tienen la tendencia a ocultar signos de enfermedad, un comportamiento instintivo para no mostrar debilidad en su grupo, lo que añade complejidad a su manejo veterinario.
En este momento, lo más importante para nosotros es realizar un exhaustivo estudio de anatomía patológica en colaboración con expertos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Este análisis será clave para tratar de esclarecer las causas de su fallecimiento.
Es importante destacar que, aunque en los años 90 se creía que los machos de orcas podían superar los 50 años de vida, investigaciones recientes han demostrado que la esperanza de vida promedio para los machos en la naturaleza es de 29 años, lo que coloca a Keto en la media de longevidad para su especie.
Para la familia de Loro Parque, Keto no solo fue un embajador de su especie, sino un ser irrepetible que dejó una huella imborrable en nuestros corazones. Su recuerdo vivirá siempre en quienes tuvieron la suerte de conocerlo y en todos aquellos que aprendieron a admirar a las orcas gracias a él.
Descansa en paz, querido Keto. Siempre te recordaremos con el mayor amor y gratitud.