Un estudio reciente, financiado por Loro Parque Fundación e iniciado con las orcas de Loro Parque, ha permitido determinar la estructura de personalidad de los cetáceos. Publicado recientemente en ‘Journal of Comparative Physchology’, es un proyecto pionero, al ser la primera vez en la historia que se estudia la personalidad de estos animales.
El Dr. Javier Almunia, Director de Loro Parque Fundación, ha explicado que “los estudios de personalidad en animales nos ayudan a entender mejor su comportamiento y, a corto plazo, pueden relacionarse con medidas de bienestar”. Además, ha señalado que “un conocimiento detallado de la personalidad de un animal permite individualizar, por ejemplo, un enriquecimiento ambiental o sus relaciones sociales, para que se adapten mucho mejor a sus necesidades y preferencias”.
Con el objetivo de obtener una mayor validez estadística de los resultados, el proyecto analizó a un total de 24 orcas (alojadas no solo en Loro Parque, sino también en SeaWorld Orlando y SeaWorld San Diego). Para determinar su personalidad, se aplicó un cuestionario compuesto por 38 adjetivos, basado en otro utilizado en humanos: el ‘Five Factor Model’. Una media de 20 evaluadores por centro –principalmente entrenadores-, con una media de contacto con los animales de 8 años, evaluaron todos los adjetivos para la muestra de estudio.
“Lo más relevante de la investigación es que es la primera vez que se obtiene la estructura de personalidad de un cetáceo. En los últimos años se están realizando una gran cantidad de estudios de personalidad en un amplio rango de animales –incluso invertebrados, insectos o peces-, pero curiosamente en cetáceos únicamente se habían hecho estudios de personalidad con delfines mulares enfocados a la búsqueda de correlaciones y no a la obtención de la estructura de la personalidad de la especie”, ha apuntado Yulán Úbeda, autora del estudio e investigadora de la Universidad de Girona.
Ante la imposibilidad de comparar los resultados obtenidos para orcas con la estructura de personalidad de otros cetáceos, Úbeda y su equipo compararon los resultados con los de humanos y chimpancés, encontrando una alta similitud en la estructura de personalidad entre estas especies. Según el estudio, la de las orcas está compuesta por cuatro factores: Extraversión, un factor combinado de Responsabilidad y Amabilidad, Dominancia y Prudencia. Los tres primeros coinciden con los encontrados en chimpancés –publicados en un estudio previo de la autora en ‘Evolutionary Pshychology’-, mientras que la similitud con humanos también se ve reflejada en las cargas obtenidas para los adjetivos.
La semejanza de resultados encontrada entre estas especies podría sugerir una convergencia evolutiva. Así, la científica ha concluido que “a pesar de la elevada distancia evolutiva entre cetáceos y primates, la adaptación a ambientes muy diferentes y una organización neuroanatómica muy dispar, algunos primates y cetáceos muestran convergencia en habilidades cognitivas complejas –como la cooperación, la transmisión cultural o la presencia de estructuras sociales complejas, entre otras- e, incluso, cocientes de encefalización muy similares, por lo que este tipo de estructura de personalidad encontrada en cetáceos y primates complejos podría estar asociada con la complejidad cognitiva y social que presentan dichas especies”.