Triste pero cierto: hoy en día, nuestro mundo se enfrenta a la crisis ambiental más grave de la historia, y sus efectos están causando la sexta gran extinción del planeta Tierra. Más de 7.700.000.000.000 de seres humanos están agotando los recursos naturales, extinguiendo especies, alterando el clima, contaminando los océanos y expulsando a los animales de sus hábitats naturales.
Así, según el informe más reciente de la ONU, 1.000.000 de especies podrían estar amenazadas de extinción, mientras que el peligroso declive de la naturaleza se denomina «sin precedentes», con las tasas de extinción de especies «acelerándose».
Ante esta dramática situación, el papel educativo, científico y de conservación de los zoológicos modernos es esencial para contrarrestar los drásticos efectos de esta crisis ambiental y para liderar un nuevo espíritu de protección de los animales. La oportunidad de tener encuentros cercanos con ellos es una herramienta poderosa, que crea simpatía y amor por los animales salvajes y sus ecosistemas.
Paradójicamente, los zoológicos y los delfinarios se enfrentan a los ataques más duros de su historia, justo en el momento en el que la naturaleza más los necesita. Un pequeño grupo de organizaciones, pero muy efectivas en términos de comunicación, está constantemente tratando de destruir el concepto de zoológico, y poniendo en riesgo su propia existencia. En los últimos años, estamos regularmente expuestos a campañas de desprestigio contra los zoológicos de todo el mundo, principalmente con el objetivo de obtener la mayor atención posible por parte de los medios de comunicación. Su intención es crear grandes escándalos, que les permitan obtener una enorme cantidad de donaciones que no servirán para salvar de la extinción a las especies amenazadas, ni para proporcionar un mejor bienestar a los animales bajo cuidado humano.
Es bien sabido que estas organizaciones utilizan la mayor parte de las donaciones que reciben para pagar altos salarios, contratar abogados muy caros, viajar en primera clase y alojarse en hoteles de lujo. Cuando se analiza esta estrategia de campañas de desprestigio, surge la pregunta: ¿Están los ataques basados en hechos reales? ¿O son sólo mitos sin base científica? Para ayudar a responder a estas preguntas, este documento es una recopilación de las acusaciones y argumentos utilizados contra la cría de animales, y especialmente de cetáceos, en los zoológicos.
Cada argumento se analiza bajo los conocimientos científicos más actualizados para comprobar si se basan en hechos reales o son mitos utilizados para persuadir a las personas de buen corazón a atacar a los zoológicos. A la luz de esta información basada en la ciencia, está claro que los argumentos contra los zoológicos y los delfinarios no son lo suficientemente convincentes como para sacrificarlos. No podemos permitirnos destruir los parques zoológicos, al contrario, en la situación actual, si no existieran, habría que crearlos urgentemente.
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