Tras la audiencia del Consejo de Estado holandés que acaba de celebrarse en La Haya, Loro Parque confía en que la Justicia holandesa resolverá este recurso volviendo a dar la razón al Gobierno holandés en el caso de Morgan, tal y como ya ha sucedido en todas las ocasiones anteriores (con esta ya será la décima resolución en el mismo sentido de la administración y la justicia holandesas).
El pronunciamiento de otras instituciones, como el Parlamento Europeo, también ha sido siempre de respaldo a la actuación de las autoridades holandesas y españolas en el caso del rescate de esta orca que, de no haber sido por Loro Parque, tendría que haber sido eutanasiada. En definitiva, Free Morgan Foundation nunca ha tenido una resolución judicial a su favor en estos nueve años, a pesar de lo cual continúa con una estrategia de judicialización del caso que solo parece buscar visibilidad pública.
La posición de Free Morgan Foundation es completamente absurda, manteniendo un litigio sin fundamentos reales más de nueve años después de que Morgan apareciera prácticamente muerta en las costas de Holanda. Desde entonces, se ha demostrado que Morgan está sorda, lo que hace completamente imposible su vuelta al mar y, además, se ha integrado perfectamente en el grupo de orcas de Loro Parque, hasta el punto de haber sido madre de una cría, Ula.
Con este juicio, Free Morgan Foundation pretendía que las autoridades holandesas anularan el permiso CITES de Morgan, argumentando que Loro Parque no lleva a cabo investigación científica, algo totalmente ridículo a la luz de los artículos científicos publicados en los últimos años sobre bioacústica, personalidad en orcas, inmuno-toxicología o audiometría basados en estudios realizados con las orcas de Loro Parque. Además de esas publicaciones, se han llevado a cabo también otras muchas investigaciones que se han publicado como comunicaciones a congresos científicos y trabajos de fin de grado.
Lo único cierto en todo este caso es que Morgan tuvo la enorme fortuna de ser rescatada y escapar de una muerte segura, cientos de miles de cetáceos cada año no tienen tanta suerte y acaban muriendo atrapados en redes de pesca, con sus estómagos llenos de residuos plásticos o su sangre contaminada por sustancias tóxicas. Afortunadamente, Morgan ha podido sobrevivir y ahora es feliz en Loro Parque junto con su hija Ula.