Loro Parque ha dado la bienvenida a 2022, el año en que celebra su 50 aniversario, con la llegada de numerosos pichones de pingüino de diferentes especies: nueve papúa, dos saltarrocas y un barbijo, lo que evidencia lo exitosa que ha sido su temporada de cría y el estado de bienestar en que se encuentran los animales en sus instalaciones.
Actualmente, los papúa pueden verse junto a sus padres en la exhibición, mientras que los otros tres ejemplares pueden observarse en la Baby Penguin, donde están siendo cuidados por el equipo de Planet Penguin, pues las especies son mucho más delicadas. De hecho, su nacimiento se considera un gran éxito porque su reproducción supone un auténtico reto.
Tras este primer período de incubación artificial de las crías de saltarrocas y barbijo, la temperatura de la Baby Penguin se irá bajando gradualmente y después se iniciará su período de socialización, una introducción progresiva a la instalación para que se familiaricen poco a poco hasta que se integren del todo en el grupo.
Estos nacimientos auguran un buen año en el pingüinario de Loro Parque, donde importa cada detalle y, además de recrear su hábitat natural con las 12 toneladas de nieve que caen en el recinto a diario, también se respetan los ciclos de luz normales de la Antártida, recreando ahora la primavera polar, una época de mucha luz y días largos.
La labor de los zoológicos, clave para la conservación de los pingüinos
Al contrario de lo que ocurre cada año en las instalaciones de Loro Parque, muchos ejemplares en la naturaleza no se están reproduciendo debido al estrés de los cambios de su entorno. Lamentablemente, la reducción del espacio helado en el que habitan o la ausencia de peces de los que alimentarse impiden que exista garantía de sacar adelante a su descendencia.
Por eso adquiere tanto valor la labor científica ex situ que se lleva a cabo en las instituciones zoológicas, porque se generan datos muy valiosos para la conservación de las diferentes especies que resultan clave en casos de rescates por catástrofes naturales o para el diseño de planes de conservación en la naturaleza.
En Loro Parque, los visitantes pueden conocer de cerca a estas especies y las amenazas a las que hacen frente en el medio natural, tomando conciencia de lo importante que es contribuir a su protección.