Loro Parque Fundación continúa trabajando para la conservación de especies de loros dentro y fuera de sus instalaciones. Y así lo está haciendo también en Cuba con un proyecto para la protección del periquito catey (Psittacara euops), liderado por el biólogo Maikel Cañizares, en el que se están utilizando cámaras de vigilancia colocadas en las alturas que han resultado enormemente efectivas.
Estas cámaras trampa son una de las herramientas que mejores resultados están dando en el estudio de la fauna amenazada y su colocación es clave para obtener más datos sobre la biología de las especies. En el caso concreto del periquito catey, la ubicación de estos dispositivos de grabación no es sencilla y ha sido posible gracias a la pericia de los investigadores, formados en técnicas de escalada, que las han colocado en los acantilados perpendiculares en los que anida la especie.
Es precisamente en estos precipicios verticales donde también se encuentran ubicados los nidos de barro que utiliza el periquito catey para criar, diseñados específicamente para este proyecto de protección de la especie y que están teniendo mucho éxito y proporcionando resultados muy positivos.
Y aunque en esta zona de difícil acceso la presencia de cazadores furtivos es escasa, las cámaras trampa también sirven para proteger las áreas de anidación, porque gracias a ellas queda registrada cualquier actividad humana o de depredadores que tenga lugar en el perímetro vigilado.
Además, en este proyecto, que cuenta con personal voluntario de las comunidades para la vigilancia de la zona, los técnicos también hacen revisiones regulares durante la época de cría, que es la más vulnerable para la especie.
Loro Parque Fundación: 25 años de compromiso y amor por la naturaleza
En el año 1994, Loro Parque consolidó su firme compromiso con la labor medioambiental a través de la creación de Loro Parque Fundación, una organización internacional sin ánimo de lucro especializada en la conservación y la protección de especies de loros y mamíferos marinos, entre otros animales, que se encuentran en peligro de extinción.
Cada año, y gracias a la financiación por parte de Loro Parque de los costes operacionales de la Fundación, el 100% de las donaciones que se reciben se destina directamente a proyectos de conservación y/o educación in situ y ex situ. Así, “100% para la naturaleza” no es solo un lema, sino que va mucho más allá: es una realidad.
Sus números y sus resultados hablan por sí solos: más de 21,5 millones de dólares estadounidenses invertidos en casi 200 proyectos en los cinco continentes, y 10 especies de loros directamente salvadas de la extinción inminente.