El 17 de diciembre de 1972 comenzó la historia de Loro Parque. 25 personas ilusionadas, 150 loros y 13.000m2 bastaron para sentar las bases de una de las instituciones zoológicas más respetadas del mundo en Canarias.
Este santuario de animales ha crecido y evolucionado siempre bajo la premisa de la preservación y el cuidado de la biodiversidad.
Más allá de ser un espacio natural de extraordinaria belleza, Loro Parque es en la actualidad un lugar de concienciación sobre la delicada situación medioambiental. Es un zoo donde los animales se protegen y estudian desde un enfoque científico, y donde especies gravemente amenazadas están protegidas de las amenazas externas.
La labor conjunta de Loro Parque y Loro Parque Fundación se orienta a la conservación y recuperación de especies, especialmente loros.
Un animal fascinante y parte fundamental del equilibrio ecológico de hábitats naturales de cientos de rincones del planeta.
Tras 50 años de trayectoria podemos afirmar con orgullo que hemos sido partícipes de la recuperación de 10 especies de loros de la extinción. Hemos ofrecido una segunda oportunidad a Morgan, la orca sorda que no podía desenvolverse en el océano. Hemos participado en estudios de universidades y organizaciones de proyección nacional e internacional. Hemos donado más de 24 millones de dólares a proyectos de conservación, y hemos tenido la oportunidad de mostrar a más de 52 millones de visitantes las singularidades de cientos de especies.
Nuestra historia se reescribe cada día. Como zoo moderno incorporamos mejoras, ampliamos la profundidad de nuestra mirada sobre el comportamiento animal y forjamos una huella positiva desde la educación, la concienciación y el impacto medioambiental.
Seguiremos abriendo nuestras puertas y poniendo en marcha iniciativas que protejan y conserven a los animales y sus hábitats para las generaciones futuras. Queremos seguir siendo el mejor zoológico del mundo para nuestros visitantes, pero también para el planeta.